martes, 23 de abril de 2013

UNA PRUEBA EN EL CAMINO DE LA AMISTAD...




Buenas días seguidores.

Espero que tanto los bibliófilos cómo los cinéfilos, hayáis disfrutado con Juan Salvador Gaviota.

Se por muchos correos que he recibido en mis redes sociales por privado, que os ha encantado, de lo cual me siento muy orgullosa. También me habéis mandado un montón de promesas de volver a leerlo, de verlo de nuevo o de hacerlo por primera vez. A los ya conocedores de esta maravillosa obra, vuelve a recrear tu tiempo en una obra de incalculable belleza y a los nuevos seguidores, disfrutar y aprender de la mano de una extraordinaria creación. Tanto a unos, como a otros, bienvenidos al Juan Salvador Gaviota que todos llevamos dentro.

Quiero recordaros que este blog lo comencé con la ilusión de poder interactuar,  para ello, lo mejor es hacer los comentarios en abierto, de esta forma conseguiremos tener debates y así, al tiempo que compartimos nuestra idea, aprendemos de otros.

Pero sin discusión alguna, esta en vuestra mano realizarlo de una u otra forma,  mi agradecimiento de igual manera es pleno y satisfactorio. Vuestras felicitaciones, comentarios y argumentos son la base que me da fuerza para seguir escribiendo.



Ahora como siempre… Elegimos un lugar cómodo donde aposentar nuestro cansado cuerpo, prendemos nuestra vela de olor preferida, ponemos esa música que nos deleita con sus compases melódicos y… acomodate, que vamos a dar paso al siguiente capitulo.





UNA PRUEBA EN EL CAMINO DE LA AMISTAD.

Antes de comenzar esta historia, quiero pediros permiso para hablaros de una gran persona. Alguien con una gran integridad, para con ella y para con los demás.

Quiero dedicar la entrada de hoy a contar nuestra historia de amistad, para ello, voy a pincelar con los colores del corazón las líneas que nuestra unión ha plasmado en el libro de la vida, sin deleitarme en el tiempo y en los momentos, tan solo dibujando las estelas luminosas de un vinculo inalterable.

Era un día como otro a finales de primavera, desde mi ventana y café en mano, divisaba unos rallos de sol tenues que pronosticaban un día poco apacible, a lo lejos unos nubarrones amenazaban con descargar sobre nosotros la furia de todos los dioses del Olimpo, yo tenia claro que no tardaría mucho tiempo en ver salpicados los cristales con las primeras gotas de lluvia.
Podía hacer dos cosas, preparar más café, utilizar mi sillón preferido, y tomar el libro que dormitaba en  mi mesa esperando ser abierto, o paraguas en mano, salir a la calle para sentir en mi rostro el fresco de una mañana lluviosa. Con el último sorbo del café decidí ponerme en marcha y abrazar el día.

Con un ligero acicalamiento y alguna que otra pintura de guerra, me puse en marcha, eso si, antes de salir de casa me miré al espejo para dar el vistazo final a mi atuendo contra la lluvia, pantalón, camiseta, chaquetita, botas y como no, paraguas, lista, ya puedes enfrentarte a esta tormenta mañanera… sonriendo al espejo y payaseando como siempre, me dije .- a por esas gotas dichosas que son pocas y cobardes. Lo que parecía iba a ser el fin del mundo, se quedo en coches, cristales, ropas, etc. salpicadas de una tierra marrón, que según los señores del telediario era unos vientos africanos que nos había fastidiado bien, sobre todo a aquel que se olvido de recoger la ropa del día anterior, en fin, el sol nos deleito con su esplendor , provocando al menos a mi, unas ganas intensas de reír, compartir, disfrutar… gastar, ¿porque será que cuando el sol brilla y el día parece perfecto lo primero que hacemos es ir de compras? Para no ser yo una excepción, cartera en mano me dedique a pasear por las tiendas de alrededor, cuando ya tenia toda la intención de retirarme sin ni siquiera llevarme a casa unos calcetines, me encontré frente a una tienda maravillosa, distinta a todas las demás, repleta de color y buen gusto. Sin perder un minuto de mi tiempo, pasé y fui disfrutando prenda a prenda de un lugar lleno de encanto.
.-Buenos días, dijo tras de mi una voz llena de entusiasmo ¿te puedo ayudar en algo?
.- Mira estoy alucinada con tanta cosa bonita, ¿desde cuando estáis aquí?
.- Pues realmente…  me entusiasmo su despliegue de amabilidad, simpatía, cordialidad, la forma en la que conectamos casi sin darnos cuenta. Me cautivo desde el primer momento que puse un pie en su tienda, sin ella saberlo todo lo que allí estaba sucediendo se iba acoplando en mi hipocampo, para con el tiempo ir colocándose allá en el Sur de mi corazón.
Los días que siguieron a nuestro primer encuentro, fueron dándole vida a lo que hoy es una amistad cimentada en la honradez, la honestidad, la sinceridad… y cada una de las cualidades que ayudan a que ningún viento del norte quiebre la arbolada de nuestro jardín. Se tambalearan sin lugar a dudas, de un lado a otro en más de una ocasión, pero nunca se quebraran, y esto será a consecuencia de la fortaleza con la que se ha forjado la misma.
Cómo os iba diciendo, fuimos construyendo esta amistad entre charlas y tes, entre tes y charlas, creando  un vinculo inquebrantable. 
Las circunstancias de la vida nos mantuvo un tiempo separadas, para volvernos a unir hace poco mas de un año. Tengo que levantar una copa en nuestro honor y decir que el tiempo de separación no hizo mas que adormecer los billones de segundos que habían pasado, ya que descubrimos que nuestra amistad era tan buena y profunda cómo en ese tiempo atrás.
Hemos vivido un año repleto de emociones, proyectos, sueños, ilusiones… y alguna que otra comida regada con buen vino. Pero al igual que en las novelas de misterio, una mano negra comenzó a asomar en nuestra existencia.
Hoy, la vida nos pone a ambas ante un camino difícil de transitar, sé que nuestros cimientos son extremadamente sólidos, y nuestra alborada resistente, ¿sufriremos? Sin duda. ¿lloraremos? Mucho. ¿dudaremos? claro. ¿hablaremos? Largo y tendido (mucho té, muchas charlas, muchos paseos) ¿lo solucionaremos? Desde luego. ¿nos abrazaremos? Por supuesto. ¿nos querremos? Siempre…
De antemano sé, que esto es tan solo una prueba que la vida nos ha puesto delante, para demostrarnos a nosotras mismas, lo importantes que somos la una para la otra, la profundidad de nuestra amistad y  cuanto nos valoramos mutuamente.
Sé que mañana nos reiremos, pero hoy nos toca llorar, lo que también sé, es que esta lección la vamos a vivir JUNTAS, como juntas formamos lo que hoy tenemos, UNA AMISTAD INQUEBRANTABLE.






REFLEXION:

La amistad verdadera basada en los pilares íntegros de la vida, puede tener altibajos en el camino, andaduras complicadas y momentos de angustia y desencuentro, pero lo que sin lugar a dudas siempre tendrá, es un amor verdadero hacia la persona, el cual no permitirá la ruptura de la misma bajo ningún concepto.

Ten siempre en cuenta que la amistad es dar todo lo que tú eres, y recibir todo lo que es él otro. Sin criticar, sin juzgar y aceptando esa amistad con sus virtudes, pero sobre todo, con sus defectos, sus ideas, sus decisiones… su vida.

Cuando exista un problema con una amistad verdadera, pongámonos en su lugar, intentemos entenderle, razonemos junto a su desasosiego, pero sobre todo estemos a su lado y dejémosle decidir y actuar, tan solo ofrezcamos nuestra compañía cómo bastón de apoyo, convirtiendo las piedras del camino, en un sendero limpio y colmado de tranquilidad, después escuchemos y volvamos a escuchar tantas veces como lo necesite, solo así según mi pobre opinión, una amistad se conserva en el tiempo.

Atesorar un amigo, es la mayor fortuna que tiene el ser humano.

Si algún día os encontráis viviendo una prueba parecida a la nuestra, espero que la sensatez sea vuestra consejera en esa difícil embestidura…

Os deseo un feliz día, que la sabiduría os acompañe en cada uno de los momentos de la vida.
Aquí os dejo un regalo, los colores de la alegra...
Pero sobre todo, no os olvidéis de SONREIR.










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