Buenas días seguidores.
Espero que tanto los bibliófilos cómo los cinéfilos, hayáis
disfrutado con Juan Salvador Gaviota.
Se por muchos correos que he recibido en mis redes sociales
por privado, que os ha encantado, de lo cual me siento muy orgullosa. También
me habéis mandado un montón de promesas de volver a leerlo, de verlo de nuevo o
de hacerlo por primera vez. A los ya conocedores de esta maravillosa obra,
vuelve a recrear tu tiempo en una obra de incalculable belleza y a los nuevos
seguidores, disfrutar y aprender de la mano de una extraordinaria creación.
Tanto a unos, como a otros, bienvenidos al Juan Salvador Gaviota que todos
llevamos dentro.
Quiero recordaros que este blog lo comencé con la ilusión de
poder interactuar, para ello, lo
mejor es hacer los comentarios en abierto, de esta forma conseguiremos tener
debates y así, al tiempo que compartimos nuestra idea, aprendemos de otros.
Pero sin discusión alguna, esta en vuestra mano realizarlo
de una u otra forma, mi
agradecimiento de igual manera es pleno y satisfactorio. Vuestras
felicitaciones, comentarios y argumentos son la base que me da fuerza para
seguir escribiendo.
UNA PRUEBA EN EL CAMINO DE LA AMISTAD.
Antes de comenzar esta historia, quiero pediros permiso para
hablaros de una gran persona. Alguien con una gran integridad, para
con ella y para con los demás.
Quiero dedicar la entrada de hoy a contar nuestra historia
de amistad, para ello, voy a pincelar con los colores del corazón las líneas
que nuestra unión ha plasmado en el libro de la vida, sin deleitarme en el
tiempo y en los momentos, tan solo dibujando las estelas luminosas de un
vinculo inalterable.
Era un día como otro a finales de primavera, desde mi
ventana y café en mano, divisaba unos rallos de sol tenues que pronosticaban
un día poco apacible, a lo lejos unos nubarrones amenazaban con descargar sobre
nosotros la furia de todos los dioses del Olimpo, yo tenia claro que no tardaría
mucho tiempo en ver salpicados los cristales con las primeras gotas de lluvia.
Podía hacer dos cosas, preparar más café, utilizar mi sillón
preferido, y tomar el libro que dormitaba en mi mesa esperando ser abierto, o paraguas en mano, salir a
la calle para sentir en mi rostro el fresco de una mañana lluviosa. Con el
último sorbo del café decidí ponerme en marcha y abrazar el día.
Con un ligero acicalamiento y alguna que otra pintura de guerra, me puse en marcha, eso si, antes de salir de casa me miré al espejo para dar el vistazo
final a mi atuendo contra la lluvia, pantalón, camiseta, chaquetita, botas y
como no, paraguas, lista, ya puedes enfrentarte a esta tormenta mañanera…
sonriendo al espejo y payaseando como siempre, me dije .- a por esas gotas
dichosas que son pocas y cobardes. Lo que parecía iba a ser el fin del mundo,
se quedo en coches, cristales, ropas, etc. salpicadas de una tierra marrón, que según los
señores del telediario era unos vientos africanos que nos había fastidiado
bien, sobre todo a aquel que se olvido de recoger la ropa del día anterior, en
fin, el sol nos deleito con su esplendor , provocando al menos a mi, unas ganas
intensas de reír, compartir, disfrutar… gastar, ¿porque será que cuando el sol
brilla y el día parece perfecto lo primero que hacemos es ir de compras? Para no
ser yo una excepción, cartera en mano me dedique a pasear por las tiendas de
alrededor, cuando ya tenia toda la intención de retirarme sin ni siquiera
llevarme a casa unos calcetines, me encontré frente a una tienda maravillosa,
distinta a todas las demás, repleta de color y buen gusto. Sin perder un minuto
de mi tiempo, pasé y fui disfrutando prenda a prenda de un lugar lleno de
encanto.
.-Buenos días, dijo tras de mi una voz llena de entusiasmo ¿te puedo ayudar en algo?
.- Mira estoy alucinada con tanta cosa bonita, ¿desde cuando
estáis aquí?
.- Pues realmente…
me entusiasmo su despliegue de amabilidad, simpatía, cordialidad, la
forma en la que conectamos casi sin darnos cuenta. Me cautivo desde el primer momento que puse un pie en su tienda, sin ella saberlo todo lo que allí estaba sucediendo se iba
acoplando en mi hipocampo, para con el tiempo ir colocándose allá en el Sur de
mi corazón.
Los días que siguieron a nuestro primer encuentro, fueron dándole
vida a lo que hoy es una amistad cimentada en la honradez, la honestidad, la sinceridad…
y cada una de las cualidades que ayudan a que ningún viento del norte quiebre
la arbolada de nuestro jardín. Se tambalearan sin lugar a dudas, de un lado a
otro en más de una ocasión, pero nunca se quebraran, y esto será a consecuencia de
la fortaleza con la que se ha forjado la misma.
Cómo os iba diciendo, fuimos construyendo esta amistad entre
charlas y tes, entre tes y charlas, creando un vinculo
inquebrantable.
Las circunstancias de la vida nos mantuvo un tiempo separadas,
para volvernos a unir hace poco mas de un año. Tengo que levantar una copa en nuestro honor
y decir que el tiempo de separación no hizo mas que adormecer los billones de
segundos que habían pasado, ya que descubrimos que nuestra amistad era tan buena
y profunda cómo en ese tiempo atrás.
Hemos vivido un año repleto de emociones, proyectos, sueños,
ilusiones… y alguna que otra comida regada con buen vino. Pero al igual que
en las novelas de misterio, una mano negra comenzó a asomar en nuestra
existencia.
Hoy, la vida nos pone a ambas ante un camino difícil de
transitar, sé que
nuestros cimientos son extremadamente sólidos, y nuestra alborada resistente,
¿sufriremos? Sin duda. ¿lloraremos? Mucho. ¿dudaremos? claro. ¿hablaremos?
Largo y tendido (mucho té, muchas charlas, muchos paseos) ¿lo solucionaremos? Desde
luego. ¿nos abrazaremos? Por supuesto. ¿nos querremos? Siempre…
De antemano sé, que esto es tan solo una prueba que la vida
nos ha puesto delante, para demostrarnos a nosotras mismas, lo importantes que
somos la una para la otra, la profundidad de nuestra amistad y cuanto nos
valoramos mutuamente.
Sé que mañana nos reiremos, pero hoy nos toca llorar, lo que
también sé, es que esta lección la vamos a vivir JUNTAS, como juntas formamos lo
que hoy tenemos, UNA AMISTAD INQUEBRANTABLE.
REFLEXION:
La amistad verdadera basada en los pilares íntegros de la
vida, puede tener altibajos en el camino, andaduras complicadas y momentos de
angustia y desencuentro, pero lo que sin lugar a dudas siempre tendrá, es un
amor verdadero hacia la persona, el cual no permitirá la ruptura de la misma
bajo ningún concepto.
Ten siempre en cuenta que la amistad es dar todo lo que tú eres, y recibir todo lo que es él otro. Sin criticar, sin juzgar y aceptando
esa amistad con sus virtudes, pero sobre todo, con sus defectos, sus ideas, sus
decisiones… su vida.
Cuando exista un problema con una amistad verdadera, pongámonos
en su lugar, intentemos entenderle, razonemos junto a su desasosiego, pero
sobre todo estemos a su lado y dejémosle decidir y actuar, tan solo ofrezcamos
nuestra compañía cómo bastón de apoyo, convirtiendo las piedras del camino, en
un sendero limpio y colmado de tranquilidad, después escuchemos y volvamos a escuchar
tantas veces como lo necesite, solo así según mi pobre opinión, una amistad se
conserva en el tiempo.
Atesorar un amigo, es la mayor fortuna que tiene el ser
humano.
Si algún día os encontráis viviendo una prueba parecida a la nuestra, espero que la sensatez sea vuestra consejera en esa difícil
embestidura…
Os deseo un feliz día, que la sabiduría os acompañe en cada uno de los momentos de la vida.
Aquí os dejo un regalo, los colores de la alegra...
Aquí os dejo un regalo, los colores de la alegra...
Pero sobre todo, no os olvidéis de SONREIR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario