miércoles, 24 de abril de 2013

RELACIONES HUMANAS...





Queridos bibliófilos.

Espero que ayer recibieseis el regalo del lector, un libro y una rosa.

Yo tuve la grandiosa suerte de recibir de la mano de un ser querido un libro que leí hace muchos años, el recordaba que lo había perdido y siempre estuve tentada a comprarlo de nuevo. Ahora vuelvo a tener en mi poder una obra que desde sus primeras líneas me cautivo.

 Ya sabéis cómo comenzamos con los libros... pues es en esta ocasión, no tengo velas, ni luz tenue, ni sillón, tampoco tengo música melódica para provocar la inspiración.
Hoy he decido escribir en el exterior, buscar un lugar rodeado de naturaleza, con luz natural y el trino de los pájaros, que con su canto me trasmita las vibraciones necesarias para que las musas no me abandonen.

Hoy quisiera ondear en mi memoria para tocar la sensibilidad de muchos con la novela de Susana Tamaro "Donde el corazón te lleve"

Los libros, tienen el poder de producirnos sensaciones inexplicables, según nuestro estado de ánimo y nuestra etapa de lectura.
Cuando este libro lo lees a una edad temprana lo que ves, es amor, angustia, dolor, desasosiego, lucha... e incluso no eres capaz de hacer un diagnóstico del mismo, tan solo te queda esa sensación de un libro maravilloso y ameno que tiene la fuerza suficiente para hacerte incluso llorar. Pero en su defecto, cuando se lee a una edad adulta y uno tiene la capacidad de convertirse en la nieta, una de la protagonistas de esta historia, paras un segundo y das un paso atrás en el tiempo, es en ese preciso momento, cuando puedes ver reflejados los sucesos de tu niñez, tu adolescencia, tu pubertad, tu rebeldía, tus desencuentros, descubriendo línea a línea tu biografía escrita por otra persona, y te asombras diciendo, ¡¡¡Marta, podría ser yo!!!!
Esta novela es un pequeño espejo donde podemos ver reflejado parte de nuestro caminar por la vida, muy probablemente descubramos, que es el momento de sentarnos con nuestros seres queridos y decirles cuáles son nuestros sentimientos, expresando cada una de las sensaciones que interiormente tenemos.
Ese es el momento para abrir el arcón de nuestra vida y revisar uno a uno los documentos archivados en el, unas veces por dolor, otras por miedo, otras por amor, o desamor y otras incluso por pequeños recuerdos que no queremos perder... todos y cada uno de ellos están ahí, en nuestro lugar secreto, donde nada ni nadie los puede alterar... pero en esta ocasión es cuando decimos, que se pare el tiempo de está vida acelerada que llevo, porque voy a intentar poner orden a mi mundo interior.
Sabemos que si actuamos con una profunda sinceridad, vamos a sufrir un impacto en nuestro interior que nos provocará un dolor indeseado, pero también tenemos que tener claro, lo importante que es poner orden a las cosas que archivos, inclusive sin darnos cuenta que lo estamos haciendo.
Se que no es fácil el ejercicio que os propongo, pero sin lugar a dudas, la recompensa recibida es de un valor incalculable.
Nuestra familia y amigos del corazón, se merecen que investiguemos en nuestro interior y seamos capaces de transmitirles cuantas sensaciones emerjan. No dejemos nuestras pasiones plasmadas en una hoja de papel perfumado con los pasos dados en la vida, tenemos que hacerlo mirando a sus ojos y teniendo la oportunidad de abrazar, de sonreír, de llorar, de disfrutar junto a ellos de cuantas percepciones surjan en ese momento.
Yo tengo que reconocer que carezco de la fortaleza para abrir del todo la tapa del arcón, pero para hacer honor a la verdad, en varias ocasiones a lo largo de mi camino, la he entreabierto  y plasmado mis sentimientos ante algunas personas, os estaréis preguntando si me ha sido fácil, para nada, es un paso muy difícil de dar, donde sientes un número de sensaciones encontradas que no se pueden exteriorizar, pero a su vez, tengo que decir que después te sientes positiva con la vida, capaz de mirar de frente al mundo y decirle, "hoy he puesto en orden mis cosas," dentro de ti se despierta una fuerza positiva incalculable, haciendo de ti alguien con una profunda relación humana.

Os animo a todos a que experimentéis esa sensación... Si en algún momento de nuestra vida todos mirásemos dentro de nosotros, las relaciones humanas serian distintas de lo que son.

No olvidemos que en ocasiones juzgamos al otro, porque vemos dentro de nosotros mismos esa acción, que se encuentra oculta en el rincón mas profundo de nuestro arcón...

No demos lugar a no estar, y experimentemos el efecto que se siente cuando colocamos cada una de las cosas en su sitio... sujeta sus manos, mírale a los ojos y DISELO.


Abrir ese arcón repleto de toda una vida, y poner orden a vuestras cosas. No olvidéis nunca, que cada una tiene un lugar, y es en ese lugar donde tiene que estar...







Os dejo con una novela repleta de grandes emociones... QUE LA DISFRUTEIS!!!



“Donde el corazón te lleve”



Una historia basada en una anciana, Olga, que al comprender que ya le queda poco tiempo de vida, decide abrirle su corazón a través de una carta a su amada nieta que está en Estados Unidos, para que logre entenderla tras haber sostenido una vida de incomprensiones y peleas entre las dos.
Desde la cocina donde antes vivían juntas, Olga le relatará a su nieta todos los parajes de su atormentada vida: su infeliz infancia, su atormentada juventud, su matrimonio sin amor, su único verdadero amor, la perdida de su hija (que murió trágicamente en un accidente cuando la nieta sólo era un bebé) para que finalmente después de su muerte quizás algún día le perdone por ser como era.






"Tenemos que tener en cuenta que lo que  no hemos sabido decir a la gente que amamos, nos dolerá toda la vida y sólo el poder de un corazón abierto a los sentimientos, podrá liberarnos de este desconsuelo."
"Sabemos que nuestra confluencia con la vida, son momentos fugaces que debemos aprovechar con la verdad de la palabra y la sutileza de los sentimientos."

Os dejo con unas pinceladas del libro para provocar en los lectores y los no tanto, el deseo de unir éstos párrafos desligados de una obra de extraordinaria sensibilidad...

Hace dos meses que te fuiste y desde hace dos meses, salvo una postal en la que me comunicabas que todavía estabas viva, no he tenido noticias tuyas. Esta mañana en el jardín me detuve largo rato junto a una rosa. Aunque estamos en pleno otoño, resalta su color púrpura, solitaria y arrogante, sobre el resto de la vegetación, ya apagada. ¿Te acuerdas de cuando la plantamos? Tenias diez años y hacia poco que habías leído El Principito. Te lo había regalado yo como premio por tus notas. Esa historia te había encantado. Entre todos los personajes, tus preferidos eran la rosa y el zorro; en cambio, no te gustaban el baobab, la serpiente, el aviador, ni todos esos hombres vacíos y presumidos que viajaban sentados en sus minúsculos planetas. Así que, una mañana, mientras desayunábamos, dijiste: "Quiero una rosa." Ante mi objeción de que ya teníamos muchas, contestaste: "Quiero una que sea totalmente mía  quiero cuidarla, hacer que se vuelva grande." Naturalmente además de la rosa, también querías un zorro. Con la astucia de los niños, habías presentado primero el deseo accesible y después el casi imposible.
¿Cómo podía negarte el zorro después de haberte concedido la rosa? Sobre este extremo discutimos largamente y por último nos pusimos de acuerdo sobre un perro...

20 de Noviembre

Otra vez aquí, tercer día de nuestro encuentro. O, mejor dicho, cuarto día y tercer encuentro. Ayer estaba tan fatigada que no logré escribir nada, ni tampoco leer. Sintiéndome inquieta y no sabiendo qué hacer, me pasé el día dando vueltas entre la casa y el jardín. El aíre era bastante templado y durante las horas más cálidas me senté en el banco que está junto a la forsizia. Alrededor el prado y los bancales estaban en el más completo desorden. Mirándolos, volvió a mi mente la pelea por la hojas caídas. ¿Cuando fue? ¿El año pasado, hace dos años? Yo había pasado una bronquitis que no terminaba de curarse, las hojas estaban ya todas sobre la hierba y se arremolinaban por todas partes, arrastradas por el viento. Al asomarme a la ventana me había asaltado una gran tristeza; el cielo estaba sombrío, fuera todo ofrecía un aspecto de abandono. Me dirigí a tu habitación, estabas tendida en la cama con los auriculares en las orejas. Te pedí que por favor rastrillases las hojas. Para que me oyeras tuve que repetir la frase varias veces en un tono de voz cada vez más alto. Te encogiste de hombros diciendo: "¿Y eso por qué?" "En la naturaleza nadie las recoge, allí se quedan pudriéndose y está bien así."...

21 de Noviembre

He leído en alguna parte que Manzoni, mientras estaba escribiendo Los novios, se levantaba contento todas las mañanas porque iba a encontrarse de nuevo con sus personajes. De mi no puedo decir lo mismo. Aunque hayan transcurrido muchos años, no me da el menor placer hablar de mi familia: en mi memoria, mi madre se ha mantenido inmóvil y hostil como un jenízaro. Esta mañana, a fin de airear un poco mis sentimientos hacia ella, mis recuerdos, me fui a dar un garbeo por el jardín...



Susana Tamaro: Licenciada en Magisterio, estudió con una beca Dirección Cinematográfica en el centro Sperimentale de Cinematografía, comenzando a trabajar como ayudante de dirección. Por esa época comenzó a escribir, si bien no publico hasta 1989.
"Donde el corazón te lleve" fue editado en 1994, obra intimista y epistolar, que conquistó a trece millones de lectores en todo el mundo. Con gran sensibilidad revela la riqueza de los sentimientos que permanecen ocultos. Diálogo que enseña a conocer mejor la naturaleza de nuestras relaciones.




Queridos bibliófilos, hemos llegado al final de esta entrega, espero os halláis deleitado con esta obra narrativa exquisita, repleta de la remembranza de una voz que se deja llevar por los tímidos dictados del corazón.

Que las alegrías de la vida os pillen de sorpresa... No olvidaros de Sonreír.



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